martes, 8 de noviembre de 2016

Julio Castellanos, Esa mujer puede tener una idealidad de ficción


TALITA EN LAS ALTURAS

I

Creo que a todos o a casi todos
alguna vez nos ocurre: una mujer
se nos atraviesa entre la carne
y allí encuentra su lugar de vivir, su lugar
desde donde supurarnos todo
lo que no nos da, porque el dar es imposible
excepto en la ilusión enloquecida del ensueño.
Nada más alejado de lo real
que lo que creemos nuestra vida, nada más
vano que el deseo que no proyecta ningún cuerpo.
La borrosidad se acumula
en rincones sordos, escondida
en ángulos pretéritos y agudos
a los que no llegan los dedos y no llega tampoco la mirada.
Esa mujer atravesante es un no ser que no cesa, acaso lo único
que uno quiere vivir para que alguna vez acabe,
aunque en su acabamiento nos suceda agonizar
como una flor arrancada de la tierra.
Esa mujer puede tener una idealidad de ficción:
por ejemplo la de ser un equívoco, poético, ondulado
que en su viaje parte de la nada
y sobre el vacío va hacia la nada

II

Inutilidad de lo bello, es el viaje de Talita por sobre un tablón,
en rigor, dos tablones torpemente unidos.
Talita, cubierto apenas su cuerpo
por una bata de baño flotante contra el cielo,
recorre su rayuela, su viaje sin por qué y sin dónde,
casi desnuda y en sus manos
un paquete de yerba y unos clavos de destino incierto.
Ella es un viaje nuestro,
una patria nuestra, una imagen
inserta en la hondura más propia.
Es talita, besada y besante equivocada,
 de alguna manera presencia en toda mujer
que alguna vez amamos y en el amor que perdimos.
Que entrevista en el confuso amar desconocemos.


BEATRICE

Aunque la eternidad no exista,
sé que en algún lugar de la eternidad
podré encontrarte.


     A fines de octubre visita City Bell el poeta, editor y librero Antonio Moro. Se queda, por una noche, en mi taller. Dialogamos, desde el atardecer, de cosas del mundo, de poesía. Deja su último libro editado, de Julio Castellanos, y escribe: “… este árbol de la poesía admirada, un destino de lector que se repite en mi vida, ojalá lo frecuentes”.
En: Naranjas amargas, El Espejo Ediciones, 2016.
Julio Castellanos (Córdoba, 1947). Foto: Naranjas, City Bell, José María Pallaoro.

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