martes, 18 de julio de 2017

Günter Grass, Vivimos en un huevo



LA BATALLA NAVAL

Un portaaviones norteamericano
y una catedral gótica
se hundieron
en medio del Océano Pacífico
uno al otro.
Hasta el final
el joven vicario tocó el órgano.
Ahora aviones y ángeles están suspendidos en el aire
y no pueden aterrizar.


EN EL HUEVO

Vivimos en un huevo.
Hemos borroneado con dibujos indecentes
y los nombres de nuestros enemigos
el lado interior de la cáscara.
Somos incubados.

Sea el que sea el que nos incuba,
a nuestro lápiz incuba también.
Al salir algún día
nos haremos de inmediato
una imagen del que incuba.

Suponemos que somos incubados.
Nos imaginamos unas aves bondadosas
y escribimos composiciones
sobre color y raza
de la gallina que nos incuba.

¿Cuándo salimos?
Nuestros profetas en el huevo
se pelean con remuneración mediocre
por la duración del tiempo de la incubación.
Suponen un día X.

Por aburrimiento y verdadera necesidad
hemos inventado máquinas incubadoras.
Nos preocupamos mucho por nuestros hijos en el huevo.
Con mucho gusto recomendaríamos a aquella que cuida de nosotros
nuestra patente.

Pero nosotros tenemos un techo encima de la cabeza.
Pollitos seniles,
embriones con conocimiento de idiomas
hablan todo el día
y discuten aun sus sueños.

¿Y si no somos incubados?
¿Si esa cáscara nunca llega a tener un agujero?
¿Si nuestro horizonte sólo es el horizonte
de nuestros garabatos y también quedará?
Esperamos estar siendo incubados.

Aunque ya no hablamos más que del incubar
queda por temer, que alguien
fuera de nuestra cáscara, sienta hambre,
nos eche a la sartén y nos ponga sal.
¿Qué vamos a hacer entonces, hermanos en el huevo?



En: Poesía Alemana de Hoy 1945-1966, Sudamericana, Buenos Aires, 1967. Traducción: Rodolfo Alonso y Klaus Dieter Vervuert.

Günter Wilhelm Grass (Ciudad libre de Dánzig, actual Polonia, 16 de octubre de 1927 - Lübeck, Alemania, 13 de abril de 2015).

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